Es innegable que tenemos una conexión emocional con nuestros hogares. Para la mayoría de nosotros, son cómodos, seguros y llenos de recuerdos, lo que promueve esa sensación cálida y acogedora. Nos apresuramos a llegar a casa y a relajarnos, a ver a la gente que más queremos y a rodearnos de todo lo que dice “nos encanta estar aquí, nos encanta ser quien somos”. Son nuestro refugio en la tormenta y son fundamentales para nuestra sensación de bienestar. Pero estamos seguros de que a la hora de diseñarlo salen miles de sensaciones y se hace muy complicado.
Actualmente, el mercado del diseño de interiores está en su momento álgido. Los blogs, los medios sociales y las marcas de moda no se cansan de ello. Es la edad de oro de la decoración y es realmente emocionante ver a la gente “creando espacios”. Pero el secreto para construir casas felices se mantiene en un par de cosas:
1ª Diseñar espacios acogedores que nutran el estilo de vida que te trae alegría. Nuestra conexión emocional con nuestro hogar está hecha por los recuerdos con los que los llenamos. Los recuerdos se hacen alrededor de la mesa del comedor, por ejemplo, disfrutando de un plato con los amigos. Diseñar ese espacio permite que esos momentos sean parte de tu vida.
2º Va relacionada con el “Con qué” llenamos nuestros hogares. Hay una gran diferencia entre una librería encontrado en una gran tienda de decoración, o el armario encontrado en una minitienda a la que fuiste con tu pareja. Estabas buscando una alfombra, pero te enamoraste del armario. Es la historia que hay detrás de esas piezas, lo que las hace aún más especiales. Ese armario no sólo contiene tus libros, sino que te lleva de vuelta a ese frío día de diversión con tu pareja. No podemos comprar un “Hogar Feliz” en una tienda, pero podemos diseñar y construir un hogar que se preste a crear recuerdos felices y compartir la historia de nuestra vida en él.
Pero al fin y al cabo, si, nuestras casas tienen una función, después de todo, ¿qué tipo de refugio tiene un techo con goteras o una alfombra sobre la que te caes? ¿Cómo puedes sentirte en paz si te preocupan las cosas rotas o el desorden? Nos encanta decorar nuestros espacios de una manera especial, es una expresión de lo que somos. Pero son los sentimientos, buenos y malos, los que llenan nuestros hogares y los que hacen que una casa vieja, sea un hogar en el que vivir.